Viva la Vida

martes, 29 de julio de 2008 en 6:27

He tardado un mes en volver por estos lares porque estoy intentando planear la siguiente entrada, en la que abordaré la última etapa de Coltrane, la del free jazz, Pharoah, el ácido y los solos maratonianos. Pero como veo que me va a llevar más tiempo del que pensaba y me voy pronto de vacaciones, creo que es el momento de comentar el último álbum de los británicos Coldplay, que lleva por título Viva la Vida or Death and All His Friends, y que salió a la venta el pasado mes de Junio. Para empezar por el principio, título extraño, o doble titulo. Por un lado, la referencia a la cultura hispana y al cuadro de la célebre Frida Kahlo. Por otro, un contrapunto anglosajón. ¿Quiénes son los amigos de la muerte? Quizás escuchando el disco hallemos la respuesta. A su vez, artwork más que extraño, aunque nos tienen acostumbrados. Quiero decir que, dentro del nivel de mercado musical en el que están o parecen estar Coldplay, usar el cuadro de Delacroix y la pintura blanca, resulta, cuanto menos, inquietante. No es lo más bonito que podrían haber hecho, pero a mi me gusta.
La respuesta que ha tenido el álbum por parte de los críticos ha sido un tanto controvérsica. Se ha hablado de plagio, de álbum mediocre, pero también de un gran disco con cinco estrellas. Lo que yo tengo claro es que, para el nível que parece que habría que exigirle a un grupo como ellos, este disco se queda corto. Y eso que han puesto todo su empeño en salirse del convencionalismo en el que, se supone, habían caído con su anterior álbum (según los críticos, yo no estoy del todo de acuerdo). Ahora bien, si en vez de abrirse paso en el mundo musical allá por el 2000 con Parachutes, lo hubieran hecho con este disco, hubieran sido encumbrados casi seguro.
Viva la Vida or Death and All His Friends (uf, que largo) es, dentro de lo que cabe y digan lo que digan, un buen álbum. Un buen álbum que debería ser mejor, pero que, ay, no lo es. Quizás sea un empeño de los fans y la crítica por querer comprender cada segundo que un grupo tan alabado/criticado como Coldplay grabe, por lo que vamos a olvidarnos de "todo lo demás" y vamos a centrarnos en lo que el cd, o la carpeta llena de mp3's cuenten.
En relación al resto de álbumes de su discografía, Viva la Vida... es su obra más cuidada, no llega en ningún momento a ser un disco empalagoso o aburrido, su duración es adecuada y el listón se mantiene (más o menos) a un buen nivel durante todo el recorrido. Parachutes era un disco que pecaba de inocente, y por ello es una joya; para muchos es su mejor disco puesto que no hay ninguna combustión interna que lo inestabilice, ni para agradar a la crítica y declinarse hacia el convencionalismo, ni, como en este caso, para intentar salir de cualquier tipo de cliché anteriormente impuesto. A Rush of Blood to the Head es seguramente su opera magna, y es que todo lo tiene bueno, sólo que cuando ya llevas cien escuchas y crees que aún puedes sacarle más, no siempre es así. X&L es para mí un disco que ha sido un poco bapuleado (por la crítica, eh) injustamente. Ni la portada, ni la concepción de álbum, ni el título eran convencionales. Lástima que todos los temas fueran carne de single (si es que queremos verlo como algo malo, aquí se hace carroña de todo). Así que en relación a todo lo anterior, el nuevo álbum es una buena propuesta, se nota una clara evolución, y un empeño de la banda por hacer un gran disco de la mano del productor Brian Eno (ya vale de mentar a U2, ¿no?) y con un puñado de canciones que merecen, al menos, un poco de atención.



El álbum comienza con un tema instrumental, Life in Technicolor, primer intento de transgredir en un mundo musical que en su plano comercial reniega totalmente del concepto de músico dejando caer toda la representación de la música en la voz principal, que el público ha de corear de forma feroz hasta el fin de los tiempos. El tema comienza con unas atmósferas electrónicas preciosistas, cortesía de Brian Eno. Para mi hubiese bastado con esto, pero arranca el verdadero tema instrumental, que se me hace un poco machacón, pero que tras unas cuantas escuchas coge algo de forma y gusta. Cemeteries of London es ya un tema que suena Coldplay cien por cien, recuerda un poco a X&Y y otro poco a A Rush of Blood to the Head, los coros suenan mejor que nunca, una vez más la voz de Chris Martin emerge desde las atmósferas, cuando arranca la canción, se oye un muro de percusión y guitarras (muro de sonido, que para mí, es uno de los puntos flojos del disco, me gusta saber qué está sonando). La canción termina con unos detalles al piano geniales. Yo creo que Lost! es mi canción favorita del disco, y mira que he leído cosas en contra de ella. El órgano de iglesia suena espectacular y llena absolutamente tus oídos, no te deja escuchar el fondo, la melodía es perfecta (aunque parece que te suene ya de otras canciones de Coldplay, je), poco a poco se van añadiendo más órganos, coros, el bajo, la guitarra. Las palmas te dejan claro que el ritmo es un elemento fundamental de esta canción. I'm just waiting 'til the shine wears off. Volvemos al silencio, y allí nos espera el órgano despidiéndose. 42 es otra joyaza de este disco, apetecía volver a escuchar el piano en la faceta más lírica del grupo, recordándonos un poco a la maravillosa What If de X&Y. Los arreglos de cuerda son preciosos, creo que esta canción tiene la progresión de acordes mejor elegida de toda la carrera del grupo, cada cambio te sorprende. Y no era coña, de pronto todo crece y se convierte en algo inquietante, con voces sonando al fondo, guitarras y synths que parecen timbres percutidos. Se añaden más guitarras, aumenta la tensión, Chris Martin corea la melodía y, de pronto, la canción vuelve a cambiar (sin perder este subidón) a un rollo más easy-listening, muy de acordes mayores y melodía optimista, para acabar volviendo a la poética sangrante del piano suspendido.
Llegamos a la zona de turbulencias del disco: los dos temas dobles (señor Martin y compañía, tampoco es tan original la idea, pero algo es algo). El primero es Lovers In Japan/Reign Of Love, la verdad es que Lovers In Japan es la canción que menos me gusta del disco, el pianito y el ritmo me suena pachanguero a más no poder, y la melodía es muy predecible, por cierto, sí, se ve desde el panizo la "influencia" de U2 (otros dirán que les copian, menos lobos...). En cambio Reign Of Love es un tema delicadísimo, piano, melodía, es de lo más bonito que hay en el álbum, ójala hubieran grabado 7 minutos de esto, y no hacernos sufrir con Lovers In Japan (perdón a los que les guste, tampoco voy a avanzar con el reproductor, sería "hacer trampa"). A continuación suena Yes!/Chinese Sleep Chant. Aquí si que me encuentro. Yes! es otro de los temas perfectos del álbum, magnífica introducción del cuarteto de cuerda, melodía progresiva, guitarra slide, sonido americano puro y duro, glissandos feroces con el bajo, groove a más no poder, magnífico trabajo vocal de Martin. Derrepente el cuarteto de cuerda proyecta una melodía de corte oriental (¡bravo!) que encaja de lujo y da paso al estribillo más peliculero del grupo (me recuerda a Alpha Beta Gaga de Air). El solo de guitarra y synth mezcla el esperítu del Lejano Oeste con el futurismo más alarmante. Chinese Sleep Chant es indie y guitarrera, voces con reverb y falsete, da mucho juego con respecto al tema anterior, aunque no hay mucho más que comentar. Lo mejor es escuchar cómo emergen las guitarras desde el silencio e intuir las voces, que se quedan en un segundo plano ante la marabunta de cuerdas electrificadas.
Viva la vida, que va a ser el segundo single, es otra de esas canciones que no es precisamente de mis preferidas. El cuarteto del cuerdo está acertado y la melodía es pegadiza pero, en fin, me parece un tema un poco simplón y bastante anticipable (no digamos del ritmo con tambor y campana), pero al menos es agradable de escuchar, puede llegar a gustarme, aunque sea para un rato. El primer single del disco, Violet Hill, de primeras no me gustó demasiado, al menos no la veía una canción de single. Creo que muestra de forma clara un problema que me ocurre con Coldplay (sobretodo en este disco) y con otros muchos grupos: la manía de querer lograr un muro de sonido, muy impresionante, pero que puede llegar a ser asfixiante y no te deja escuchar los instrumentos con matices. No obstante, cuando por fin conseguí escuchar el disco entero, me dí cuenta de que Violet Hill se realza en el lugar que ocupa en el disco. La canción empieza con unas atmósferas que dan paso a la voz de Chris Martin, después la cosa empieza a complicarse con ese piano martilleante y las guitarras distorsionadas. Si tuviera que quitar las canciones que, en mi opinión, pudieran "sobrar" del disco, ésta no sería una de ellas. El siguiente tema, Strawberry Swing, me parece muy bonito, pero tiende a pasar desapercibido al llegar a estas alturas del álbum. Los arreglos de guitarras forman una serie de capas de ejercen de colchón para la melodía. A la mitad, la guitarra acústica emerge y Strawberry Swing se vuelve aún mejor canción, con unos acordes llenos de sensibilidad. Y llegamos al final, Death and All His Friends. Canción muy Coldplay, pianito y melodía para despedir el disco que se va complicando hasta que salen a la palestra unos coros que recuerdan a Fix You, rollo hermandad cantando unida. En fin, ¿era necesario caer en ese cliché? Me parece una canción sencillamente preciosa si quitamos esa última subida, algo absurda, incluso me gusta el cambio que tiene cuando introduce el ritmo de batería, pero una vez más Coldplay se pierden en el horizonte y parecen no ir a ninguna parte. Para acabar, un tema oculto, como yo habían hecho anteriormente, vuelven los sintetizadores de Life in Technicolor en The Scapist, esta vez adhiriendose la voz de Chris Martin, un final ambiental digno del gran disco que podría haber sido.
Quizás todo lo que he dicho no tenga sentido, es mi opinión. Coldplay parecen inmersos en una búsqueda que les permita asentar un nuevo estilo que no acaba de cuajar ni de madurar. Han intentado transgredir, pero no basta con eso. Hay que componer buenas canciones (aquí hay unas cuantas, eso sí) y, en definitiva, un buen álbum. Creo que Viva la Vida or Death and All His Friends es muy disfrutable y mucho mejor de lo que cierta gente dice/escribe, pero no su disco definitivo, queda mucho camino por recorrer. Maybe next time.

Violet Hill from Mat Whitecross on Vimeo.

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